Cocina de la semana: Estilo industrial con toques contemporáneos
En la reforma de esta cocina en Berlín se han cuidado todos los detalles. El resultado: un espacio lleno de contrastes.
“Completamente destrozado”. Así describe Christian Skeide, el interiorista encargado de este proyecto, el estado en el que se encontró este antiguo piso en el barrio de Kreuzberg, Berlín. El interior necesitaba una reforma integral. Los propietarios querían una cocina con espacio y con una estética sencilla. Skeide ha diseñado un elemento protagonista: una caja negra que alberga el baño y contrasta de modo con el resto de los elementos.
Al eliminar el falso techo de la vivienda aparecieron unos techos antiguos de estuco. “El estuco estaba en mal estado, pero los propietarios querían conservarlo a toda costa. Consultamos a varios profesionales y decidimos que lo mejor era hacerlo nosotros mismos. Lavamos poco a poco, con paciencia, los frisos de estuco y el resultado ha sido muy bueno”, cuenta el interiorista.
Los propietarios se involucraron completamente en la reforma de la cocina, diseñando la distribución y algunos muebles. “Los armarios, por ejemplo, son de Ikea, pero están revestidos con una madera barnizada de pino muy decorativa”, cuenta el interiorista.
La encimera blanca de la cocina de Corian está hecha a medida. La pared de la zona de agua se ha pintado y el espacio entre los muebles y la pared se ha sellado con cuidado.
La encimera blanca de la cocina de Corian está hecha a medida. La pared de la zona de agua se ha pintado y el espacio entre los muebles y la pared se ha sellado con cuidado.
En todo el proceso de la reforma los propietarios se han involucrado a fondo, dando prioridad a los pequeños detalles como, por ejemplo, el grifo de la cocina: una pieza que encontraron en un mercadillo en el barrio berlinés de Neukölln.
El tirador del frigorífico también es llamativo. Se trata de un recuerdo que la pareja ha querido integrar en la decoración de la casa. “Era una rama que estuvo en el apartamento durante años. Los dueños la conservaban por su forma y se les ocurrió que sirviera como tirador del frigorífico. La pintamos de negro y ahora parece que siempre hubiera estado allí”, cuenta el interiorista.
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El tirador del frigorífico también es llamativo. Se trata de un recuerdo que la pareja ha querido integrar en la decoración de la casa. “Era una rama que estuvo en el apartamento durante años. Los dueños la conservaban por su forma y se les ocurrió que sirviera como tirador del frigorífico. La pintamos de negro y ahora parece que siempre hubiera estado allí”, cuenta el interiorista.
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En la puerta del baño se ha colocado una ventana de celosía comprada en un mercadillo de antigüedades. El cristal, que es traslúcido, deja pasar la luz ya la vez da ambiente a la zona de comedor de la cocina.
Gracias a la reforma el espacio útil de la cocina se ha ampliado de 25 a 37 metros cuadrados. Las paredes se han limpiado a mano para conservar la pintura antigua. Los interruptores de baquelita son de estilo vintage y contrastan con los marcos en blanco de las puertas y ventanas, que sí se han renovado. “Fue difícil convencer a los obreros de que no pintaran las paredes. Hubo que vigilar especialmente, de lo contrario habrían caído en la tentación”, ríe el interiorista.
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Quién vive aquí: una pareja
Situación: un piso antiguo en Kreuzberg, Berlín
Superficie: la cocina tiene 37 metros cuadrados (la casa, 85 metros cuadrados)
Proyecto: Christian Skeide (Estudio Zentralnorden)
La cocina tenía un falso techo, un cuarto de baño con forma semicircular y un pasillo largo y estrecho. “Los propietarios querían transformar totalmente el espacio, pero no sabían por dónde empezar. Juntos hemos transformado el espacio en algo nuevo y diferente. El apartamento tenía cinco habitaciones que redujimos a cuatro; además de la cocina y el pequeño baño. Se han repensado las funciones de cada zona de la casa”, cuenta el interiorista.
Para ampliar el espacio visual de la cocina se ha tirado el tabique entre el salón y el pasillo y así se ha conseguido una zona de comedor más amplia y abierta. Para dar homogeneidad al espacio se ha instalado un suelo de madera de pino en un tono claro. La enorme y espectacular caja negra junto a la cocina alberga el baño y electrodomésticos. Este recurso rompe la estética clásica de la cocina y aporta contraste.