Una cocina abierta al salón, versátil, funcional y bien equipada
Gracias a un gran ventanal y a las puertas correderas, esta cocina en un adosado ha triplicado su superficie útil.
La cocina original tenía 10 m², su equipamiento era escaso y tenía poco espacio para socializar en ella. Sus propietarios querían transformarla en una estancia más funcional donde comer a diario. Para conseguirlo, se ha incorporado al interior de la vivienda la terraza cubierta existente, ampliando así la planta baja y potenciando la entrada de luz natural.
Darder ha diseñado un espacio diáfano con las estancias principales –cocina, comedor y salón– vinculadas visual y funcionalmente.
Gracias a los metros cuadrados ganados, se ha conseguido una cocina con isla y una amplia zona de office para utilizar a diario, que se puede convertir en un amplio comedor incorporándolo al salón.
Gracias a los metros cuadrados ganados, se ha conseguido una cocina con isla y una amplia zona de office para utilizar a diario, que se puede convertir en un amplio comedor incorporándolo al salón.
“En un principio, los propietarios eran reacios a tener una cocina abierta. No querían renunciar a la posibilidad de que cocina y salón pudieran funcionar de manera independiente”, desvela Santiago.
Se buscó una solución intermedia, de tal manera que el salón y la cocina pudiesen funcionar como espacios unidos o independientes. En lugar de recurrir a un tabique divisorio y a una puerta estándar, se optó por un tabique móvil formado por 3 paneles de DM lacado en blanco, que se deslizan a través de un riel encastrado en el techo (en la imagen).
Se buscó una solución intermedia, de tal manera que el salón y la cocina pudiesen funcionar como espacios unidos o independientes. En lugar de recurrir a un tabique divisorio y a una puerta estándar, se optó por un tabique móvil formado por 3 paneles de DM lacado en blanco, que se deslizan a través de un riel encastrado en el techo (en la imagen).
Si se desea abrir el comedor al salón para comidas familiares o reuniones con amigos, los paneles se pueden recoger, dando lugar a una cocina abierta que inunda de luz toda la planta baja. Es interesante señalar que cuando están recogidos, los paneles esconden la zona de trabajo de la cocina del comedor (en la imagen se puede apreciar).
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Para enfatizar la continuación visual entre la cocina y el salón, los paneles móviles se plantearon con un sistema de sujeción encastrado en techo, evitando canales de fijación en el suelo que podrían acumular suciedad y ocasionar tropiezos.
Los pavimentos en ambas estancias tienen también un aspecto similar. En el salón, un suelo laminado sintético flotante en color roble; en la cocina, un resistente pavimento cerámico imitación parqué.
¿Qué tipo de suelo puedo poner en casa por 2.000 euros?
Los pavimentos en ambas estancias tienen también un aspecto similar. En el salón, un suelo laminado sintético flotante en color roble; en la cocina, un resistente pavimento cerámico imitación parqué.
¿Qué tipo de suelo puedo poner en casa por 2.000 euros?
En la pared de entrada a la cocina, este material cerámico se usa también en la pared, dotando de mayor calidez a la estancia.
El equipamiento de la cocina se resolvió con una solución de estilo minimalista, mediante mobiliario postformado con acabado mate antihuella para facilitar su mantenimiento, tiradores de aluminio blanco y encimera de Silestone en color blanco Zeus.
Para albergar la televisión, el mueble bar y almacenar la vajilla y cristalería, se diseñó un gran cajón de DM blanco mate combinado con detalles en roble natural (en la imagen, a la derecha). “Se elevó del suelo y se dejó volado, para ocultar los pilares y así retroiluminarlo por debajo”, explica Santiago.
El equipamiento de la cocina se resolvió con una solución de estilo minimalista, mediante mobiliario postformado con acabado mate antihuella para facilitar su mantenimiento, tiradores de aluminio blanco y encimera de Silestone en color blanco Zeus.
Para albergar la televisión, el mueble bar y almacenar la vajilla y cristalería, se diseñó un gran cajón de DM blanco mate combinado con detalles en roble natural (en la imagen, a la derecha). “Se elevó del suelo y se dejó volado, para ocultar los pilares y así retroiluminarlo por debajo”, explica Santiago.
El proyecto lumínico prioriza lo funcional; se combinan dos sistemas de iluminación: la directa mediante downlights, y la indirecta con fosas en techo y fuentes de luz led integrados en el mobiliario.
“El principal reto y dificultad de este proyecto fue convencer a los clientes de una solución, en principio, poco convencional. Partimos de propuestas mucho más conservadoras, pero estas no conseguían los objetivos de la reforma, amplitud y luminosidad”, explica Santiago. A pesar de las reticencias iniciales, el resultado es un éxito: “conseguimos persuadirlos y, ahora, están encantados con el resultado”, concluye Santiago
Otras reformas de cocina con ideas inspiradoras en la sección ‘Cocina de la semana’ en la Revista Houzz España
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“El principal reto y dificultad de este proyecto fue convencer a los clientes de una solución, en principio, poco convencional. Partimos de propuestas mucho más conservadoras, pero estas no conseguían los objetivos de la reforma, amplitud y luminosidad”, explica Santiago. A pesar de las reticencias iniciales, el resultado es un éxito: “conseguimos persuadirlos y, ahora, están encantados con el resultado”, concluye Santiago
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Quién vive aquí: Un matrimonio con dos hijos
Situación: Llíria, Valencia
Superficie: 29 metros cuadrados
Proyecto: Santiago Darder
Fotografía: Alejandro Gómez Vives
Con el proyecto de Santiago Darder, la antigua cocina se ha convertido ahora en una cocina con comedor que triplica su superficie. Además, gracias a un amplio ventanal resuelto con dos grandes puertas correderas, el espacio se llena de luz e invita a disfrutar de la zona exterior.