Visita privada: El chalé en las afueras de París de una galerista
En esta casa, las obras de arte se integran en la decoración. El exótico jardín, de 90 m², es un auténtico regalo.
Con una fachada típica de los suburbios parisinos, vista desde la calle esta casa no destaca en absoluto. Pero al entrar y descubrir el jardín todo cambia: se trata de un oasis verde que transporta al que entra hasta Asia… y más allá. La propietaria, Catherine Mikolajczak, es dueña de una galería de arte en París y utiliza la decoración como herramienta para hacer realidad sus sueños. “Me encanta repintar las paredes y me paso el tiempo comprando y vendiendo muebles. Intento que nuestra hogar evolucione al ritmo que lo hace la familia”, dice.
Así, el garaje y una pequeña casa que había en el patio trasero se derribaron para darle metros a la vivienda principal.
La decoración se inspiró en las casas balinesas y en los riads de Marrakech, dos tipologías de vivienda que le encantan a Catherine. “Viajé mucho por Asia cuando trabajaba en el sector de la moda y allí descubrí los estilos arquitectónicos que me gustan y que quería para mi propio hogar”, cuenta la dueña.
La decoración se inspiró en las casas balinesas y en los riads de Marrakech, dos tipologías de vivienda que le encantan a Catherine. “Viajé mucho por Asia cuando trabajaba en el sector de la moda y allí descubrí los estilos arquitectónicos que me gustan y que quería para mi propio hogar”, cuenta la dueña.
Este rincón debajo de la pérgola (que se aprecia mejor en la siguiente imagen) está amueblado con piezas de mimbre y mesas marroquíes. A los dueños le gusta este ambiente que ellos definen como “Jungalow”: un estilo caracterizado por una mezcla de elementos tropicales y bohemios. La pieza más emblemática del espacio es la icónica silla Peacock. “Me encanta mezclar objetos de metal con cestería”, dice Catherine.
El jardín no tiene pradera; en su lugar, hay grandes maceteros y árboles. “He diseñado este espacio de 90 metros cuadrados como una gran terraza fácil de mantener”, explica la dueña.
El jardín, orientado al sur, está protegido del viento por el edificio vecino, que crea un tipo de efecto invernadero que les permite cultivar variedades exóticas, “difíciles de encontrar en Île-de-France”, dice Catherine, que siente especial predilección por las plantas con formas esculturales y de intensos aromas. “Forman parte de la experiencia sensorial de viajar a otro lugares a través de la vista y el olfato ¡sin salir del jardín!”, explica.
El jardín, orientado al sur, está protegido del viento por el edificio vecino, que crea un tipo de efecto invernadero que les permite cultivar variedades exóticas, “difíciles de encontrar en Île-de-France”, dice Catherine, que siente especial predilección por las plantas con formas esculturales y de intensos aromas. “Forman parte de la experiencia sensorial de viajar a otro lugares a través de la vista y el olfato ¡sin salir del jardín!”, explica.
“A menudo, charlamos con una pareja que tiene un vivero de plantas exóticas en Villecresnes y que nos da buenos consejos”, dice Catherine.
En el parterre de la foto, rodeado por la tarima de madera, vemos un cactus, suculentas y un sauce sacacorchos. Los guijarros blancos que rodean el tronco ponen la nota zen.
Ideas y trucos para jardines y terrazas en la sección ‘Exterior’ de la Revista Houzz España
En el parterre de la foto, rodeado por la tarima de madera, vemos un cactus, suculentas y un sauce sacacorchos. Los guijarros blancos que rodean el tronco ponen la nota zen.
Ideas y trucos para jardines y terrazas en la sección ‘Exterior’ de la Revista Houzz España
Este espacio de 77 metros cuadrados ha reemplazado al antiguo garaje. Con solado de hormigón, alberga la sala de estar. Al dormitorio principal se accede por las escaleras del fondo y en el sótano está la sala para ver la televisión.
Los enormes ventanales abren el estar al exterior. “Incluso, estando cerrados, dan sensación de amplitud. Afortunadamente, la altura del techo es grande: entre 2,5 y 5 metros”, dice la dueña.
Los enormes ventanales abren el estar al exterior. “Incluso, estando cerrados, dan sensación de amplitud. Afortunadamente, la altura del techo es grande: entre 2,5 y 5 metros”, dice la dueña.
Con tanta luz, no había problema en pintar la pared principal de un azul profundo. “Cuando comenzamos las obras, me enamoré de las pinturas de Farrow & Ball. Sin embargo, el acabado mate no es práctico cuando tienes niños, porque las huellas de los dedos se notan mucho”, explica. Finalmente, decidió crear sus propias pinturas inspiradas en lo que había visto en las revistas pero con un acabado de laca mate: “este es el mismo pigmento que la pintura mate, pero basta con pasar una esponja para limpiar la pared”, dice.
Catherine cambia los colores cada seis meses, más o menos, “para disgusto de mi marido”, dice, riendo: “le dije que la decoración es terapéutica para mí. Cuando necesito cambiar las cosas en mi cabeza y volver a enfocarme, muevo los muebles y cambio el color de las paredes, porque creo que estas cosas afectan a nuestras emociones”.
Pintura en la pared de la izquierda, de Monique Orsini; cuadro con la frase ‘End Less’ de Rero; librería Bric à Brac, de Drugeot Labo para Fleux
Catherine cambia los colores cada seis meses, más o menos, “para disgusto de mi marido”, dice, riendo: “le dije que la decoración es terapéutica para mí. Cuando necesito cambiar las cosas en mi cabeza y volver a enfocarme, muevo los muebles y cambio el color de las paredes, porque creo que estas cosas afectan a nuestras emociones”.
Pintura en la pared de la izquierda, de Monique Orsini; cuadro con la frase ‘End Less’ de Rero; librería Bric à Brac, de Drugeot Labo para Fleux
Esta campana de cristal con mariposas es uno de los objetos preferidos de Catherine.
La entrada a la cocina (al fondo, en la imagen) se amplió para facilitar el acceso desde el estar. Como se trata de un muro de carga, se reforzó con un perfil laminado IPN. Una vidriera separa la cocina del estar respetando la sensación de luminosidad. Hay calefacción por suelo radiante bajo un suelo de polímero y hormigón.
Sofá, espejo, lámpara de pie, mesa de centro y mesa auxiliar, de Caravane; cojines: Le Monde Sauvage; lámpara blanca, de Sarah Lavoine; alfombra: Jamini
Sofá, espejo, lámpara de pie, mesa de centro y mesa auxiliar, de Caravane; cojines: Le Monde Sauvage; lámpara blanca, de Sarah Lavoine; alfombra: Jamini
La gran pintura de una mujer con sombrero, de la artista Hopare, centra la atención del espectador. “La única regla que se necesita saber para colgar una obra de arte como si se tratara de una pieza de museo es que el centro del lienzo debe estar a la altura del ojo del observador”, dice la experta y responsable de la galería de arte parisina Galerie42B.
En cuanto a cómo seleccionar piezas de arte para un interior, la dueña dice que no hay una fórmula. “Sobre todo, el arte es emoción. La belleza y la armonía son subjetivas, por lo que solo se debe seguir el instinto”, dice. “Incluso, sin contar con demasiado presupuesto, se puede empezar una colección de arte e ir desarrollándola, poco a poco, a lo largo de los años”, añade.
Otro consejo del galerista: nunca elijas una obra de arte basada en tus muebles, porque, según dice, es el interior el que debe adaptarse y actuar como un marco para mejorar el arte, y no al revés.
En cuanto a cómo seleccionar piezas de arte para un interior, la dueña dice que no hay una fórmula. “Sobre todo, el arte es emoción. La belleza y la armonía son subjetivas, por lo que solo se debe seguir el instinto”, dice. “Incluso, sin contar con demasiado presupuesto, se puede empezar una colección de arte e ir desarrollándola, poco a poco, a lo largo de los años”, añade.
Otro consejo del galerista: nunca elijas una obra de arte basada en tus muebles, porque, según dice, es el interior el que debe adaptarse y actuar como un marco para mejorar el arte, y no al revés.
La cocina ocupa un pasillo de la vivienda original. El suelo hidráulico refleja el amor de la dueña por el estilo provenzal francés.
Taburetes, de Cosydar
Taburetes, de Cosydar
La cocina es coto reservado del marido de Catherine: “es como un chef de Le Cordon Bleu [la prestigiosa escuela de alta cocina]”. El diseño en forma de U, con su área de barra, lo convierte en un acogedor rincón de desayuno o en un espacio para que toda la familia se reúna y charle mientras alguien cocina; los muebles son de Ikea. “La cocina es el corazón de la casa”, resumen la dueña.
Familia numerosa: Ideas de distribución para una vida más feliz
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La cocina conduce directamente al comedor, donde la pintura de pared de color salmón también fue creada por la dueña.
“El comedor es importante, porque nos gusta estar juntos y compartir una buena comida”, dice Catherine.
“El comedor es importante, porque nos gusta estar juntos y compartir una buena comida”, dice Catherine.
El gran espejo, colocado en la esquina para duplicar la luz en la habitación fue una ganga. Las cestas bereberes colgadas en la pared son recuerdos de un viaje a Marrakech. El suelo de hormigón encerado va a juego con uno de los tonos tierra de las baldosas de cemento en la cocina.
Mesa de comedor: Maisons du Monde; sillas: Frenchrosa; lámparas de techo: Merci; pufs: Ouma Productions; cuadro a la derecha de la ventana: Semor
Mesa de comedor: Maisons du Monde; sillas: Frenchrosa; lámparas de techo: Merci; pufs: Ouma Productions; cuadro a la derecha de la ventana: Semor
Además de mariposas y obras de arte, Catherine colecciona sombreros de paja (en la imagen).
Cuadro de Hopare
Cuadro de Hopare
La escalera conduce a los dormitorios de arriba. Los pequeños nichos de la pared dejan pasar la luz del estar. “Tomé prestada esta idea de los interiores marroquíes”, dice: “además de iluminar las escaleras, estos huecos son el espacio perfecto para exhibir pequeñas esculturas”.
El pasillo de arriba es otro gran espacio para mostrar obras de arte.
Alfombra: Caravane
Alfombra: Caravane
Esta es la habitación de Juliette, al final del pasillo. Como la joven de 17 años quería una decoración con un toque luminoso y soleado, su madre optó por un amarillo curry que combina perfectamente con la madera de los armarios y los muebles de mimbre.
Comprada en Marrakech, la alfombra aporta calidez y color a la habitación.
Armarios: AM.PM.
Comprada en Marrakech, la alfombra aporta calidez y color a la habitación.
Armarios: AM.PM.
Lila-May es la más joven de la familia. La decoración de su habitación es muy neutra. “Como solo tiene cinco años, queríamos crear un lienzo que ella pueda personalizar poco a poco según sus gustos”, dice su madre.
Lou y Adam, los dos chicos fruto del primer matrimonio del marido de Catherine, ocupan el tercer dormitorio cada dos fines de semana. La hija mayor de Catherine, Marussia, también se queda aquí cuando les visita (estudia en Montreal).
En este dormitorio, también las obras de arte adornan las paredes y aportan un toque gráfico.
En este dormitorio, también las obras de arte adornan las paredes y aportan un toque gráfico.
De vuelta a la planta baja, al otro lado del estar, está el acceso a la sala de la televisión del sótano y al dormitorio principal.
La televisión se movió al sótano desde el estar para hacer de este último un lugar más tranquilo en el que pasar tiempo con familiares y amigos ¡sin la distracción de la tele!
Sofá: AM.PM.; lámpara de pie: Caravane; cuadro sobre el sofá blanco: Jean Faucheur
La televisión se movió al sótano desde el estar para hacer de este último un lugar más tranquilo en el que pasar tiempo con familiares y amigos ¡sin la distracción de la tele!
Sofá: AM.PM.; lámpara de pie: Caravane; cuadro sobre el sofá blanco: Jean Faucheur
Ya en el dormitorio principal, destaca un maravilloso mural de papel pintado sobre un cabecero color verde menta. Gracias a los cuatro metros de alto del techo, no resulta abrumador.
“Tenía ganas de tener una sala dedicada exclusivamente al descanso, un poco como una cámara de descompresión”, dice Catherine.
Papel de pared: Ananbô; ropa de cama: Le Monde Sauvage
“Tenía ganas de tener una sala dedicada exclusivamente al descanso, un poco como una cámara de descompresión”, dice Catherine.
Papel de pared: Ananbô; ropa de cama: Le Monde Sauvage
Los muebles, las cortinas y la decoración reflejan el espíritu viajero de la galerista.
La habitación conduce directamente a un vestidor. El baño principal está justo debajo.
Armarios: Ikea
Armarios: Ikea
“Queríamos crear una atmósfera zen en tonos tierra que fuera lo más neutral posible y que combinara bien con el exterior”, dice Catherine, que deja abierto el ventanal siempre que hace buen tiempo.
“En verano, nos sentimos como si estuviéramos de vacaciones en un lugar exótico: nos bañamos con vistas al jardín y, luego, nos tomamos un té marroquí debajo de la pérgola”, cuenta. En invierno, la pareja tiene dice sentirse como en las montañas. “¡Bañarse cuando fuera hay 20 centímetros de nieve en la terraza es una delicia!”, se despide Catherine.
Las mejores casas del mundo en la sección ‘Casas Houzz’ de la Revista Houzz España
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¿Qué es lo que más te gusta de esta casa? Esperamos tus comentarios
“En verano, nos sentimos como si estuviéramos de vacaciones en un lugar exótico: nos bañamos con vistas al jardín y, luego, nos tomamos un té marroquí debajo de la pérgola”, cuenta. En invierno, la pareja tiene dice sentirse como en las montañas. “¡Bañarse cuando fuera hay 20 centímetros de nieve en la terraza es una delicia!”, se despide Catherine.
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Quién vive aquí: Catherine Mikolajczak, fundadora de Galerie42B, su esposo y sus cinco hijos: Lila-May; Juliette; Lou y Adam, que vienen a casa cada dos fines de semana; y la mayor, Marussia, que estudia en Montreal. También tienen un perro llamado Daphne.
Situación: Saint-Maur-des-Fossés, Île-de-France, en los suburbios del sudeste de París, Francia
Superficie: Unos 177 metros cuadrados, que incluyen una ampliación de 77 metros cuadrados y un jardín de 90
Presupuesto: 200.000-300.000 €
Fotografía: Jours & Nuits
“Compramos la vivienda en 2009”, arranca Catherine –en la imagen, posando en uno de los rincones de su precioso jardín: “estábamos buscando una casa lo suficientemente grande para nuestros cinco hijos. Saint-Maur-des-Fossés era la ciudad ideal, muy tranquila. Viviendo aquí olvidas que París está a 10 kilómetros, con el río Marne tan cerca y este entorno campestre”, dice. “Como estamos muy ocupados con nuestros trabajos y nuestros cinco hijos, queríamos un lugar para relajarnos pero sin salir de casa”, explica Catherine.
La búsqueda no fue fácil. Finalmente, encontraron esta típica construcción para familias de clase media de principios del s. XX con mucho potencial: se podía construir una ampliación en el jardín.